Un empleador tiene derecho a despedir a un empleado si este último ha incumplido gravemente sus obligaciones hacia el empleador. Pero, ¿qué significa incumplir gravemente sus obligaciones? En el caso AD 2022 n.º 55, el Tribunal Laboral examinó una situación en la que un empleado amenazó a un colega fuera del horario laboral. A continuación se presenta un resumen del caso.
Un empleador organizó una cena para los empleados. Después de la cena, algunos de los empleados fueron a un bar donde surgieron desacuerdos, y uno de los empleados amenazó a otro. El empleado amenazado informó del incidente al empleador, lo que resultó en el despido del empleado que pronunció la amenaza. A pesar de haber estado empleado en el lugar de trabajo durante más de 30 años.
Un contrato de empleo se formaliza cuando dos partes llegan a un acuerdo sobre un empleo. Este contrato es de naturaleza individual ya que solo las partes directamente involucradas pueden decidir sobre su celebración. La regla general es que un contrato de empleo es válido hasta nuevo aviso, a menos que se acuerden otras disposiciones.
En el caso, el Tribunal Laboral comenzó explicando cuál de las partes tiene la carga de la prueba, es decir, qué parte debe demostrar que el supuesto incidente realmente tuvo lugar.
Un empleador tiene la carga de la prueba de que un empleado ha llevado a cabo un acto que constituye una base legal para el despido. Según la práctica del Tribunal Laboral, los requisitos de prueba en casos de delitos cometidos por el empleado no deben ser más bajos que en un caso penal. Por lo tanto, se debe probar más allá de toda duda razonable que el incidente realmente ocurrió.
En este caso, el tribunal consideró que estaba probado más allá de toda duda razonable que un empleado amenazó a otro. Esto se respaldó principalmente por testimonios concordantes que no fueron contradichos por otros resultados de la investigación.
El Tribunal Laboral consideró que la amenaza constituía una violación grave de un tipo que normalmente perturba las condiciones de trabajo. El hecho de que el incidente ocurriera durante una cena organizada por el empleador también fue relevante. El tribunal consideró que el incidente tenía relación con el lugar de trabajo debido a esto.
A pesar de la larga antigüedad del empleado y el hecho de que el incidente ocurrió fuera del horario de trabajo, se consideró que la amenaza constituía un grave incumplimiento de las obligaciones del empleado hacia la empresa. El empleador se consideró que tenía motivos suficientes para despedir al empleado.